sábado, 4 de mayo de 2013

                                     PERIODO ENTRE GUERRAS
El armisticio del 11 de noviembre de 1918 y la paz de Versalles firmada en 1919, no volvieron el mundo a la normalidad, a pesar de la estabilización aparente. El periodo entre guerras que dura aproximadamente 20 años , en el cual se pueden identificar dos grandes etapas , la primera desde 1919- 1929 donde los países europeos mejoraron relaciones y el segundo tras 1929 y una fuerte crisis económica que desato nuevos conflictos y lo cual termino generando un nuevo de conflicto bélico.
Comprender la inestabilidad, localizar sus conflictos y sus zonas de epicentro, permite explicar cómo las consecuencias de la Primera Guerra Mundial se convirtieron al final en las causas para la Segunda Guerra. La polarización entre comunismo y fascismo determino en gran parte la evolución política entre las dos guerras mundiales, desde el triunfo del fascismo alemán en 1933, a nivel internacional.                                      La gran depresión económica de 1929 contribuyo al aumento de inseguridad, violencia y tensión en las relaciones internacionales, la cual comenzó el Estados Unidos en 1928 y culmino con la caída de la bolsa de Nueva York. La economía capitalista mundial pareció derrumbarse en el periodo de entre guerras y nadie sabía cómo podría recuperarse. Los primeros años de postguerra estuvieron marcados por la dificultosa aplicación de los tratados de paz de 1919, sin embargo la segunda mitad de los años veinte abrió un nuevo periodo de concordia internacional que ilusionó a los contemporáneos: 

La nueva configuración del mundo tras el final de la Primera Guerra Mundial fue decidida por las potencias aliadas durante la Conferencia de Paz de París de 1919, y que marcaría el comienzo de esta época. aunque los que realmente dirigieron las negociaciones fueron los tres primeros.Sin embargo, el final de la guerra no supuso ni mucho menos el comienzo de un periodo estable o pacífico: en el caso de Europa, la situación político-social se vio inmediatamente agitada por hechos como la Revolución de Noviembre de 1918 en Alemania, la Revolución húngara de 1919 o la Guerra de Independencia turca (1919-1923). Estos sucesos no hicieron sino confirmar el fracaso de la pretendida intención de instaurar un periodo de paz y estabilidad tras la Gran Guerra, aunque la creación de la Sociedad de Naciones iba encaminada a evitar el estallido de nuevos conflictos.
No menos importante fue el establecimiento en el territorio del Imperio ruso del primer estado socialista de la historia. Al comienzo del periodo se produjo la victoria de losbolcheviques en la Guerra civil rusa y el asentamiento definitivo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Su victoria, sin embargo, provocó que las potencias occidentales y los vecinos de la URSS establecieran el conocido como "Cordón sanitario", para aislar a Europa y al mundo capitalista del nuevo estado comunista. La temprana muerte de Vladímir Ilich Lenin dejaría el poder del país en manos de Iósif Stalin, que se convertiría en uno de los más importantes líderes a nivel global. A pesar de los temores de las potencias occidentales por el contagio revolucionario, Stalin, a diferencia de Lenin y Trotsky, se opuso a la revolución mundial y fue más partidario de la teoría del socialismo en un solo país que consolidaría el sistema soviético.
En general, fueron dos décadas marcadas por el cambio radical de la relación entre las fuerzas internacionales, los avances técnicos y por el marcado contraste entre un enorme desarrollo del capitalismo, en los años 1920 y su mayor crisis económica en los años 1930. En la primera etapa los estados occidentales, a cuyo liderazgo ya se situaba Estados Unidos, vivieron momentos de gran desarrollo económico. La bonanza de este periodo es conocido como los felices años veinte y terminaría abruptamente con el Crack del 29, que daría paso a un periodo de crisis económica generalizada hasta el comienzo de la Guerra Mundial en 1939. Se ha visto en esta contracción como una de las principales causas en la crisis de las democracias liberales, así como el ascenso de los fascismos y los movimientos obreros.El establecimiento del fascismo en Italia (1923) bajo la dictadura de Benito Mussolini solo iba a marcar el comienzo de un fenómeno, el de los fascismos, que se iba extender por Europa a lo largo de los siguientes años. Como consecuencia del Crack del 29, la crisis económica que afectaba al mundo occidental aumentó aún la popularidad de estos movimientos, que después de esa fecha comenzaron a crecer en apoyo popular y poder político. En 1933 el líder del Partido nazi alemán, Adolf Hitler, se hacía con el poder en Alemania y con ello marcaba el comienzo de una espiral que acabaría desembocando en la Segunda Guerra Mundial. En otros estados, como Polonia, Yugoslavia, Hungría, Bulgaria, Grecia y los 
Estados Bálticos, también se instauraron distintos regímenes autoritarios con desigual apoyo por parte de grupos sociales, sectores religiosos y el Ejército. El triunfo de los fascismos se vio eclipsado por la crisis de las Democracias liberales y el temor de las clases medias a los movimientos obreros (comunistas, socialistas y anarquistas) que pudieran desembocar en una revolución. En algunos países, el revisionismo hacia los Tratados de paz posteriores a la Primera Guerra Mundial (Alemania, Italia o Hungría) también contribuyó al apoyo de estos movimientos.

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