EXPRESIONISMO IMPERIAL DE E.U
Estado Unidos había empezado su política expansionista hacia el este y hacia el sur desde la primera mitad del siglo XIX y despues de la Guerra de Sección con la compra de Alaska a los rusos y de Luisiana a los españoles. En 1898 E.U. se incorporó al sistema neocolonial al triunfar en una guerra contra España, de donde obtuvo las islas de Hawai, Guam y Filipinas, y logró controlar la economía de Cuba. En 1903 apoyó un movimineto separatista de Panamá, región que pertenecía a la República de Colombia y en la que una compañia francesa había empezado a construir un canal interoceánico pero al quebrar dicha empresa, E.U. se hizo cargo de la obra tratando de imponer condiciones en las que Colombia consideró inaceptables.
Así fue como el gobierno estadounidense decidió apoyar la independencia de Panamá a cambio de que se le reconociera soberanía a perpetuinidad sobre la zona del canal.
AMÉRICA LATINA EN LA ETAPA IMPERIALISTA
El liberalismo del último tercio del siglo XIX consideraba a la paz interna de un país como requisito indispensable para que los pueblos del mundo pudieran alcanzar el desarrollo industrial. Por tanto los liberales iberoamericanos creían firmemente que el orden interno en sus respectivos países era la primera meta a alcanzar si se deseaba participar en el progreso económico, aunque eso significaba aplazar la democratización.
Este movimiento en América Latina tuvo que renunciar a sus principios políticos por un momento en aras de sus metas económicas, por lo que la burguesía liberal acepto con aprobación la existencia de dictadores que administraran el orden con el fin de poder construir el progreso.
Aunque los países iberoamericanos no se inscribieron en la categoría de colonias, participaron en la relación entre países industrializados y los que no lo eran, que constituyó el eje del imperialismo.
El crecimiento económico de los países latinoamericanos en esta etapa se ha considerado como un crecimiento hacia afuera. Las economías de estas naciones se dividieron en dos grande áreas contrastantes: una en expansión y la otra relativamente al margen del progreso.
En el aspecto social, las condiciones de la industrialización causaron un fuerte impacto en los pueblos latinoamericanos con el crecimiento de la población urbana, la formación de nuevos grupos sociales y la inmigración de europeos en regiones donde escaseaba la mano de obra barata.
EL CASO ESPECÍFICO DE CUBA
Cuba permaneció bajo el dominio de España hasta que, a finales del siglo XIX, surgió una burguesía criolla de tendencia liberal y nacionalista que buscaba la independencia y veía en la penetración estadounidense un nuevo peligro para el país. El temor de nuevo colonialismo llevó a José Martí a formar en Nueva York el Partido Revolucionario Cubano en 1892, que dió comienzo a una guerra de indepenndcia y cuyó triunfo no lograría ver Martí ya que el murió en 1895. La revolución continuaría en Cuba tras su muerte, pero los dirigentes nacionales no pudieron evitar la intervención de E.U.
Que con el hundimiento del Maine, acorazado estadounidense, sirvió de justificación para declarar la guerra a España que, derrotada, cedió a E.U. los derechos para administrar Cuba, país que fue declarado república independiente pero bajo la protección tutelar del gobierno estadounidense.
La Enmienda Platt, agregada a la Constitución política de Cuba, permitió que E.U. influyera en las decisiones de los gobiernos cubanos ya sean liberales o conservadores.
En 1912 llegó al poder del general Mario García Menocal, que durante su gobierno la industria azucarera vivió una época de prosperidad hasta 1920, cuando sobrevino una crisis de precios que perjudico a toda la sociedad cubana.
En lo que se puede decir es que Cuba pasó, sin cambios socioeconómicos, de una etapa colonial a otra en la que habría de padecer de una aguda dependencia económica y política.






